ejercicio y embarazo
La línea de investigación “Ejercicio y Embarazo” llevada a cabo por el Grupo de Investigación AFIPE de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF-UPM) busca estudiar los efectos de diferentes tipos de actividad física en la salud materna, fetal y del recién nacido.
Un hecho tan complejo como el proceso de embarazo y parto puede resultar determinante para la salud y el bienestar de ambos protagonistas: madre y recién nacido/a, tanto durante el mismo proceso como con carácter futuro.
Esto se debe en gran parte a que no existe en la vida un proceso con tal cantidad y calidad de cambios como lo es el de embarazo y parto. Durante 9 meses la mujer gestante debe modificar prácticamente la totalidad de su organismo para conseguir un crecimiento y desarrollo fetal adecuado, lo que sin dudas exige constantes y profundas modificaciones. Este conjunto de hechos no siempre se da con absoluta garantía de éxito, son muchas las alteraciones y patologías que forman parte de la propia naturaleza del embarazo y pueden aparecer. Es decir, las posibilidades de un embarazo con complicaciones son muchas. Asimismo, existen una serie de factores del entorno de la mujer que actúan de forma relevante, potenciado o disminuyendo esas posibilidades.
En este sentido, numerosas evidencias científicas confirman las consecuencias negativas de los actuales estilos de vida en relación con el embarazo, éstas incluyen a la madre, el recién nacido e infante, y abarcan en algunos casos todos los ámbitos del ser humano. Todo esto convierte el período gestacional en un momento de auténtico riesgo en la vida de la mujer.
En cuanto al organismo femenino, un proceso de embarazo desequilibrado puede dejar en la mujer importantes secuelas, el aumento excesivo de peso es tradicionalmente el factor más conocido, aunque no el único, sus efectos tienen como resultados no sólo importantes complicaciones durante la gestación y en el parto, sino también posibles dificultades en el período postparto, tales como alteraciones metabólicas, cardiovasculares y emocionales. Pero como decíamos las complicaciones de tipo fisiológico no son las únicas, recientes informes alertan de porcentajes de depresión prenatal de 9-15 %, esto demuestra la importancia de factores psíquicos y emocionales que actúan en el proceso de embarazo, asociados también a patologías pre y postnatales.
Según investigaciones realizadas en los últimos años, posiblemente uno de los efectos más significativos ocasionados por un embarazo descontrolado se da en la posterior vida del ser humano, se trata de la obesidad infantil. Una verdadera epidemia de creciente prevalencia y difícil solución a juzgar por las actuales cifras, tanto a nivel mundial como en España, lo que merece sin lugar a dudas un análisis algo más pormenorizado. Se estima que 43 millones de niños, 22 millones de ellos con una edad inferior a 5 años, tienen sobrepeso u obesidad, y que 1 de cada 3 adolescentes tiene un peso corporal excesivo. Si esta tendencia continua, la prevalencia puede alcanzar el 9% o 60 millones de personas en 2020.
Como decíamos anteriormente el período de embarazo juega un rol determinante en esta problemática. Tanto comenzar el embarazo con un Índice de Masa Corporal elevado como ganar un peso excesivo durante el mismo, están asociados con diversas complicaciones materno-fetales. La situación de obesidad o sobrepeso durante el embarazo se relaciona con una mayor predisposición desarrollar de preeclampsia, aborto, parto por cesárea e instrumental, muerte neonatal, macrosomía fetal y desórdenes metabólicos en el feto. Además de importantes complicaciones postnatales, entre las que destaca la excesiva retención de peso materno y desórdenes metabólicos en la vida posterior de la madre y el niño/a.
Sin embargo y a pesar de las recomendaciones promovidas desde la comunidad científica acerca de establecer elementos de control que aseguren un embarazo sano y equilibrado, un alto porcentaje de mujeres continúan ganando un peso excesivo durante la gestación en relación a las recomendaciones sanitarias. Ante esta compleja problemática, se hace necesario (casi urgente), encontrar mecanismos de prevención que actúen de forma no invasiva en beneficio del bienestar de la madre y su niño/a, especialmente teniendo en cuenta que la situación de embarazo predispone a la mujer a un cambio significativo de hábitos en beneficio de su salud y la de su hijo/a.
Ante esta situación la prevención de alteraciones durante el embarazo resulta básica y debe hacerse por medio de intervenciones inocuas, no invasivas y eficientes. El ejercicio físico ha demostrado que responde a esas características y puede transformarse en una parte estructural y atractiva de la vida de la mujer gestante, todo ello sin generar efectos adversos en el bienestar materno, fetal y del recién nacido.
No obstante, tanto en el caso de la mujer poco activa físicamente como en aquella más activa e incluso en deportistas de alto rendimiento, son necesarios más estudios científicos que permitan confirmar estas capacidades de prevención y de mejora de la salud, lo que beneficiará el bienestar materno, fetal y del recién nacido/a.
El objetivo de la línea de investigación Ejercicio y Embarazo es conocer y mejorar las condiciones de la población gestante en diferentes zonas geográficas del planeta por medio de diferentes tipos de actividad física.